Ir a Izamal es cómo viajar en el tiempo a un pasado remoto. La ciudad amarilla no es solamente un pueblo mágico, sino al mismo tiempo una enorme zona arqueológica, donde conviven pacíficamente tres culturas: la prehispánica, la colonial y la contemporánea. Puedes ver y escalar las pirámides, puedes rentar una bicicleta, calesa o cuatrimoto para ir a recorrer las pirámides de kinich kakmó, Kabul, Chaltun ha, Tuul, Kabul e Itzamatul, visitar el convento de San Antonio de Padua del siglo XVI, y degustar las delicias de su mercado municipal dónde se consigue un delicioso "tzic" (desmenuzado) de venado sin poner en riesgo la especie, ya que los lugareños tienen acceso a criaderos cercanos.
Valladolid, La Sultana de Oriente, es la tercera ciudad más poblada del estado de Yucatán.
Su cercanía con Chichén Itzá, hace que se puedan incluir los dos lugares en un mismo itinerario de viaje, lo que hace un combo de diez.
Es una ciudad llena de historia, pues aquí se encendió la primera chispa de la Revolución Mexicana, y también fue testigo clave de la histórica Guerra de Castas. Las visitas obligadas son al Cenote Zací, que se encuentra muy cercano al centro de la ciudad, así como los museos y a la salida, pasar a la destilería Mayapán y al Cenote Saamal de la Hacienda Selva Maya.
Su distinguida gastronomía cuenta entre sus famosos platillos con la longaniza de Valladolid, los lomitos y el escabeche oriental.
Un paseo por Sisal es ideal para relajarse y desconectarse de la agitada vida cotidiana. Puedes recorrer sus calles en bicicleta mientras disfrutas de su aire limpio y puro, caminar al amanecer o al atardecer en el muelle, recorrer sus playas de blanquísima arena y sumergirte en su mar turquesa.
También puedes recorrer la zona de los manglares en chalanas o kayak con un guía local y avistar cocodrilos. Los pescados y mariscos más frescos se pueden encontrar en los pequeños restaurantes de los lugareños.
Del vocablo maya Síisal, significa "Frescura y sombra que dan los árboles grandes".
Maní es para el turista que sabe apreciar el componente cultural de las auténticas comunidades locales. Conoce talleres artesanales, cosecha miel en los meliponarios y explora el cenote Xcabachen. No olvides saborear el verdadero y original Poc Chuc que preparan las cocineras locales.
Este pueblo es uno de los más antiguos de la Península. Por sus meliponarios, es denominado "El Pueblo de las Abejas mayas". En el centro se yergue el majestuoso convento de San Miguel Arcángel, con su hermoso retablo con baño de oro.